Es el principio de garantizar a todos los usuarios el libre acceso a los contenidos, aplicaciones y servicios de su elección, y la obligación de los Proveedores de Servicios de internet (PSI) de no privilegiar un tipo de tráfico sobre otro, es decir, de tratar con igualdad de condiciones todos los contenidos que se ofrecen en internet.

Dada la naturaleza finita de las telecomunicaciones, el IFT permite a los PSI administrar el acceso y velocidad los contenidos de internet mediante el uso de políticas de gestión de tráfico ante als siguientes situaciones:

• Asegurar la capacidad, velocidad y calidad del servicio contratado
• Preservar la seguridad e integridad de la red.
• Congestión excepcional y temporal de la red.
• En caso de emergencia o desastre.

Fuera de esos casos, los PSI no podrán dar trato preferencial a un contenido sobre otro, ralentizando o  acelerando la velocidad ni bloqueando el acceso a contenidos. También deben garantizar a los usuarios la libre elección de los equipos a través de los cuales puedan conectarse a la red.

Para asegurar la provacidad de los usuarios, los PSI tampoco podrán monitorear o alterar el contenido que transita por sus redes, ni hacerse de iformación de los usuarios finales que no sean necesarias para prestar el servicio.

Éste es uno de los temas más polémicos dentro de los lineamientos. Se trata de la posibilidad de que los PSI ofrezcan a los usuarios acceso gratuito a determinadas aplicaciones o servicios. Aunque esta práctica lleva algunos años en uso, ahora será permitida abiertamente por el IFT bajo el argumento de que puede impulsar de forma importante la adopción de internet.

A pesar de que el zero raiting pueda sonar muy beneficioso para los usuarios, la controversia entra debido a que algunas asociaciones consideran que se promoverá una competencia inequitativa en el mercado, al interferir con la libertad de elección entre los consumidores. Es decir, los usuarios darán preferencia a las aplicaciones y servicios por los que puedan navegar sin costo alguno, y dejarán de lado aquellos otros donde deban pagar datos para su uso.

Esto, además, dejaría en desventaja a las pequeñas empresas que no puedan concretar acuerdos comerciales con los PSI para ofrecer libre navegación. Asímismo, el zero raiting dejaría la ventana abierta para que los proveedores de servicios de internet patrocinen sus propias aplicaciones y servicios.